Escuché en una charla en Los Piletones a Néstor Rebecchi, director de la Escuela de Reingreso E.E.M. N° 2, distrito escolar 4to; él señalaba que antes en la Escuela si eras madre no eras estudiante, si eras preso no eras estudiante, si trabajabas no estudiabas, etc. y que por eso hoy, cuando todos esos roles pueden superponerse, la complejidad está dentro de la Escuela. Una “cultura institucional inclusiva”, como él la llamaba, debe tener en cuenta esta complejidad. De tal modo, podemos redefinir la noción de astitución o institución fluida. En la década del 2010 definí astitución como esa institución que quiere reponerse de 2001 capturando a esos movimientos que les dijeron a las instituciones “que se vayan todos”. Hoy, que esos movimientos ya han perdido su poder destituyente, tiene poco sentido definir a la astitución de ese modo o la astitución definida de ese modo no se presenta en la realidad de nuestra circunstancia.
Sin embargo, sigue siendo cierto que las instituciones de hoy no son como las sólidas; por eso podemos redefinirlas como una institución que busca hacer gobernable o hacer contable por uno la complejidad de lo social contemporáneo, es una institución que no puede simplificar la complejidad social, que tiene que tomarla como le viene: con madres que quieren estudiar, con trabajadores que quieren estudiar, con estudiantes que deben trabajar, con estudiantes que deben traer a sus hijes al aula o con una legislación que dice que “la educación secundaria es obligatoria” y entonces debe alcanzar también a los jóvenes que tienen problemas con la ley. De tal forma la institución escolar debe flexibilizarse pero sin duda también se flexibiliza la institución laboral, la institución carcelaria, la institución familiar.
Así por ejemplo, está la Casa Arcoiris (Cuartel Quinto, Moreno) que analizaron unas estudiantes de la materia Psicología Institucional de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de José C. Paz, que está reconocida como un centro integrador comunitario (CIC) dependiente del Ministerio de Desarrollo Social pero que se formó a partir de un centro de las hermanas Dominicas. Estas lo dejan en 2008 y ahí empiezan a desplegarse varias tareas en conjunto con gente del barrio y también de un bachillerato popular ligado con el Sindicato de canillitas. Se desarrolla un “punto violeta” que atiende cuestiones de violencia de género y a la vez se da apoyo escolar. La Casa Comunitaria Arcoiris también despliega operativos de salud y bancan campañas de vacunación y tiene una primaria para adultos. En fin, lo que parecía ser un centro comunitario es en realidad una dispersión de actividades. También tiene un dispositivo de coescucha dirigido a contener e intervenir en salud mental en las personas del barrio, tiene también un dispositivo de orientación vocacional para los estudiantes que están terminando la secundaria que también pretende acompañarlos en sus inicios en los estudios universitarios.
La institución ésta es, en fin, una complejidad social en sí misma porque en algún sentido es parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en algún sentido depende del Municipio, como todos los CIC, y en algún sentido es barrial. Una astitución se adapta a la complejidad contemporánea siendo ella misma compleja. En cambio, las instituciones sólidas se definían clásicamente por cumplir una función. Se podía o no complejizar la definición funcionalista con otros aspectos y procesos, pero esa definición complejizada siempre tomaba la función explícita, que era una. Una astitución se adapta a la complejidad contemporánea complejizándose ella misma.
PS: surge otra pregunta: ¿un más-allá de la astitución no es complejo también? Tal vez sí, tal vez no, pero lo importante es que hace nosotrxs en vez de multiplicar servicios. O, mejor dicho, toma los servicios ofrecidos como plataforma de una composición otra.
[ver el desarrollo del concepto de astitución y el de más-allá aquí, publicado en el libro Esto no es una institución]