La memoria: ¿dispositivo de dominación o insumo de imaginación?
La memoria es un arma de doble filo. Puede encorsetar o puede liberar.
«Quééé boluudo, elés tadó desitio selomé tenenelculo», dijo 2001. Desde ese día, y hasta el momento, el estado de sitio dejó de ser una herramienta a la que el Estado pueda recurrir. Desde entonces, el Estado pidió perdón por las atrocidades cometidas y abrió juicios a sus atroces ex agentes y repartió memoria por doquiera.