En tiempos k, la represión andaba bien cuando quedaba en manos de las provincias o municipios o comisarías o bandas paramilitares o patotas. Es decir, cuando quedaba a cargo de una instancia lejana al (supuesto) centro de decisiones. Ahora el conflicto ocurre en el mismo centro del país pero no hay fuerza represiva “subnacional” ni paraestatal que la emprenda contra los okupas. El gobierno nacional no tiene forma de desentenderse de este drama. La historia de fallas y faltas de previsión de la Ciudad y del PEN son pura abstracción al lado de la palmaria contundencia de la crisis del Indoamericano. Las acusaciones cruzadas pueden ir y venir libre e infinitamente, pero el hervidero indoamericano es acuciante, urgente.
“La política de seguridad y el gobierno de la policía constituyen el límite del progresismo y las izquierdas. Así y sin matices. Lo escribo pensando en todos: los que se dicen, los que parecen, los que uno identifica como tales. Ni Kirchner ni Cristina, ni Binner ni Fabiana Ríos, ni tampoco Chavez o Lula, Evo o Correa, ni las enunciaciones de quienes no gobiernan, en fin, absolutamente ninguno tiene en ese plano una propuesta distinta a la derecha.” D. Badenes
Esta última semana, la inconsistencia jurídica de una ciudad autónoma que es a la vez sede del gobierno nacional pasó de solapamiento a vacancia, siendo ambos a la vez: solapamiento jurisdiccional, vacancia represiva. (En esta coyuntura, las demás vacancias –legal, política, habitacional, social– son abstractas).
La constatación sobre la represión, la del solapamiento y la de la vacancia nos dan la clave para leer lo del Indoamericano. Los sin techo son básicamente resultado de la expansión sojera. Allí donde el mercado desplaza, el gobierno reprime, pero a la manera mercantil contemporánea: tercerizando. Pero allí donde el gobierno no ha acertado a tercerizar las fuerzas represivas, los efectos del desplazamiento sojero hacen crisis. Si no habilita al gobierno “provincial” a reprimir, deberá hacerlo él. Mas, como el pacto de gobernabilidad kirchnerista viene incluyendo la prohibición de represión por parte del centro del gobierno, deberá, o bien buscar otra opción, o bien reprimir, y esto significaría romper la gobernabilidad kirchnerista 2003-2010 y crear otra. No veo al gobierno con fuerza para hacer esto (aunque también puede generársela por el mismo hecho de hacerlo). Sí lo veo con la habilidad para “ponerse a la cabeza de las masas” y lucirse, por ejemplo, con una gran campaña habitacional, reasentamiento, etc.
La inconsistencia en el estatuto de la jurisdicción porteña muestra, pues, una inconsistencia interna a “el modelo”: las políticas de inclusión social se alimentan de los ingresos fiscales rendidos por actividades que producen (además de ganancias y divisas) exclusión social. Esta contradicción, que el MOCASE y tantos otros viven en carne propia hace tiempo, se presenta en una ciudad demasiado central como para dejar pasar desapercibida.
“La cantidad enorme de desposeídos y la guerra de clase obrera contra lúmpenes no clarifica un modelo sustentable […] lo real se impone, las hormigas se hacen poderosas y se comen el pic nic. (comentario en el blog ArtePolítica).”
«Recuerdo algunas voces minoritarias mencionado el tema de la vivienda, los créditos y los tercerizados en aquellas epocas doradas en las que el mainstream del kirchnerismo cultural desde la tele, la radio, los diarios y los blogs ordenaba diseccionar hasta la Claringrilla. Ahora se nos vino todo encima. a todos. Aca estamos, la realidad detras del power point de Boudou.» (Comentario en artepolítica)
Veremos cómo hace CFK para sortearla (que no solucionarla). Pero no son dos los caminos abiertos sino tres: a) solución neoliberal (represión) y reformulación de la gobernabilidad; b) solución kirchnerista (fuga hacia la ‘izquierda’) y c) invención de una nueva gobernabilidad. Cualquiera de las dos primeras supone seguir dando rienda suelta a la expansión sojera. ¿Y la tercera?
El ingenio estatal nunca descansa. Por lo visto, hay formas de represión alternativas a la represión tercerizada y que logran sortear las pantallas. Copio comunicado de la FOB:
Cerco de Gendarmeria y Prefectura impide entrada de comida y agua.Tratos inhumanos.
El cerco tendido por fuerzas de seguridad en Soldati desde el domingo a la tarde impide la entrada de la comida y el agua y la salud.Para entrar pequeñas bolsitas de comida y agua se esta produciendo una situacion humillante e inhumana cual campo de concentracion, hay que pasarlas por las rejas, saltear las vias o hacer una cola de varias cuadras.
Siendo el gobierno nacional que se habia comprometido a resolver el tema de los alimentos y el agua al no cumplir se esta produciendo una humillante para todos los sin techo tambien se incrementan las posibilidades de enfermedades. Los trababajadores de la salita de alertan sobre un posible caldo de cultivo para enfermedades.
Tampoco las fuerzas de seguridad dejan entrar a los referentes de las organizaciones, ni a delegados censados y con identificacion.Las autoridades del Ministerio de Desarrollo Social Nacion no responden los llamados.
Convocamos a reforzar la movilizacion de mañana martes a las 18hs.
contra los asesinatos,
contra la discriminacion,
por la tierra y la vivienda digna.
Prisma-Pulperia
Frente de Organizaciones en Lucha (FOL)
Federacion de Organizaciones de Base (FOB)
MTL Rebelde,
Polo Obrero
contacto prensa en la Toma:1555847636
—
Comisión de Prensa y Propaganda
Federación de Organizaciones de Base
Regional Rosario
http://www.fob.org.ar
Hay que agregar que ambos gobiernos crearon anomia en la situación, una zona de excepción, un ámbito de la querra de pobres contra pobres.
¿ Lo llamaremos gobernabilidad?
De hecho lo es, curiosa figura, gobernar retirándose, abandonando.
Ahora que lo pienso no es tan curiosa…
Pablo: me encanta que la veas a Cristina con habilidad para ponerse al frente de las masas, como decís. Eso es populismo. Inventar una nueva gobernabilidad puede llevar otro medio siglo y mientras tanto es preferible una fuga hacia la izquierda. Cosa que los del comentario anterior al mío no aceptarán sino como un infundio.
Gracias, Ricardo. Me asombra con qué facilidad un kirchnerista acepta que se llame «fuga a la izquierda» a lo que puede presentar como «profundizacion del cambio».
Los cambios aunque no muy profundos son, si son hacia la izquierda bien, total eso lo deciden las masas y no yo. Con respecto a la seguridad ¿cuál es la doctrina de la izquierda? ¿paz y amor? ¿socialismo o barbarie? ¿a cada uno según su necesidad? ¿donde hay una necesidad hay un derecho?, etc.
La pretensión de una sociedad más justa es un anhelo que arranca en los profetas y que no cesará jamás, la cuestión es el mientras tanto.
Mientras Cristina encarna el máximo de idealismo que esta sociedad tolera.