Pablo Hupert: – Vimos la peli japonesa Somos una familia y hay una frase de Shota, el de bigotes, que dice “las cosas que están en una tienda no son de nadie hasta que alguien las compra”. Y podríamos decir que en las prácticas, esta familia optativa y no adoptiva practica que los niños no son de nadie hasta que alguien los desea. Entonces, resulta que Lin o Shuries de ellos porque nadie la había deseado antes, lo mismo que el chico Shota es del Shota padre porque él y la novia lo habían deseado.
Ariel Antar Lerner: Agrego dos cosas: uno, el deseo de los chicos también, se puede hacer el ida y vuelta: no son de nadie pero ellos desean también. Hay un texto que me pasó La Miguelito Pepe que era una propuesta de la Revolución Rusa, era como los derechos de la niñez en 1917 que proponía la Revolución, eran cosas ultra avanzadas incluso para nosotros.
Magalí Feldman: Sí: allí si les niñes no elegían a sus familias podían elegir otra.
AAL: Podían elegir a otra familia que los cuidara. Era un derecho.
Después, volviendo a la película, para complicarla, psicoanalíticamente está la cuestión del deseo; quizás los padres biológicos de Shuri la deseaban pero la deseaban como un objeto que colme o que pueda satisfacerlos; la cuestión sería el lugar que ella ocupaba en el deseo de sus padres. Quizás no era deseada o quizás era deseada de cierta manera que no cuida; digo, para pensar también la acepción de deseo (la acepción que decíamos antes era la de ganas de querer estar con alguien, amar, cuidar).
Paola Lubelczyk: Y otra cosa quería agregar, la palabra más alegre no es “apropiación”, pero si le quitamos el sentido negativo que tiene en nuestro país debido a los milicos, podemos decir que vos te apropias de este nene desde el momento en que lo nombrás. Shota padre se apropia del pibe poniéndole su nombre y con la nena pasa lo mismo: la chica esta cuando le da el abrazo y todo, la nombra con otro nombre que no es el que traía. Entonces ya la adoptan…
MF: Y ella misma elige el nombre igual, la nena; eso también es loco. Le dan dos opciones de nombres y ella elige cuál.
PL: Bueno, pero ella tiene que dejar su identidad en otro lado para pasar a ser “hija de” Shota y la compañera, cuyo nombre no recuerdo.
MF: La única enseñanza que dice que le puede dar es la de robar. Eso a la vez los expone un montón: robar de pibitos. Entonces eso también es complejo en términos de cuidado. O sea, no los deja afuera de eso, los incluye en eso, es polémico también esto.
Pablo: -Es polémico, es una familia polémica porque en todo el tiempo están en riesgo…
PL: Yo creo que son bastante inconscientes también porque en ese punto el padre se pone a la misma altura que les pibes, les enseña a robar.
AAL: ¿Los pone a la misma altura o quiere transmitirles algo? Y les es sincero: lo único que les puede enseñar es a robar. Creo que está ese deseo de ser padre; está bien, es inmoral, está mal robar y es verdad que los expone. Por eso la película nunca te deja de decir “che qué genios que son”. No los podés terminar de idealizar.
PL: Pero lo hace amorosamente.
AAL: Y a la vez dentro del descuido que implica enseñarles a robar y que estén expuestos a eso, lo hace con mucho cuidado, les enseña a cuidarse en las pequeñas cositas que les enseña.
PH: -Lo que muestra un poco cómo cuidarse en la precariedad; la precariedad está llena de riesgos pero los cuidados colectivos pueden hacer algo, no frente a esos riesgos sino en esos riesgos. No propone salirse del riesgo sino atravesarlo.