Nos venimos preguntando qué es el neoliberalismo. En esta pregunta nos encontramos varios. Muchos creen saberlo, pero aquí no lo damos por hecho. En alguna parte, Foucault dice que el neoliberalismo “nos lanzó un lindo brulote”. Le tuvimos que preguntar a la wikipedia qué es eso:
Un brulote es una embarcación cargada de materiales explosivos e inflamables y dotado de arpeos. Se destinaban (siglo XV) a incendiar los buques enemigos fondeados o a destruirlos puertos y los puentes.
Unas veces se dejaba el brulote abandonado a la corriente o al impulso de vientos apropiados, y otras se trataba de aproximarse durante la noche. Después de quedar bien adherido mediante los arpeos de abordaje, se le daba fuego al tiempo de abandonarlo y lanzarlo contra los buques enemigos para que se engancharan a ellos y se encendieran.
Volvamos al siglo XXI: muchos brulotes neoliberales se nos han enganchado. ¿En qué consisten?
Uno es: el tema del crecimiento como garantía del bienestar social. Escuchamos por todas partes que podemos más, que nos merecemos vivir mejor, que si cada uno invierte en su propio emprendimiento, todos creceremos económicamente. Otro viene pegadito: el tema de unos trabajadores acomodados en su corporativismo, o por humanos que se sienten con derechos. Éstos parecen querer obstruir el crecimiento económico, con su búsqueda egoísta, encareciendo el costo de las inversiones que nos benefician. Y en este brulote chamuya otro: el de la “desproletarización” que proponían los neoliberales alemanes: cada uno se afana por su pequeña propiedad (el celular, el auto, con suerte la casa), y “no depender de nadie salvo de mí mismo”.
¿Qué hemos descubierto? Que el neoliberalismo se nos ha enganchado, como un brulote, incluso aunque abominemos de Mauricio, de Carlos, de Joe. Hicimos grupo para poder discernir en nosotros el neoliberalismo hecho carne. Leemos El nacimiento de la biopolítica de Foucault, y encontramos que esos y otros temas que creemos tan liberadores han sido formulados por los neoliberales puros hace décadas. Y hace décadas que nos entrenamos en el juego, y también se entrenan los gobiernos… ¡incendiaria dotación!, ¡pesada herencia!
Propuesta e invitación concreta, pues: juntarnos a leer textos para pensar el neoliberalismo a la vez como forma de gobernar y forma de vivir. Ya no simple programa económico, sino arte de gobierno y de capitalizar nuestro potencial. Pensarlo para pensarnos; criticarlo para transformarnos. Venimos leyendo ése de Foucault, El nacimiento de la biopolítica. Otros pasaron y podremos agregar: Dubet, Castel, Virilio, Lazzarato, O’ Malley…
Cuándo y dónde. Segundo y cuarto martes del mes, de 19 a 21, desde el 13 de septiembre. En Av La Plata 303, 15º A.
Coordinamos Pablo Hupert y Gastón Sena.
Costo. $700 por mes.
Un link: https://www.facebook.com/