Micropolíticas

La micro-política es un deber moral para evitar que cualquier devenir de la macro-política nos joda la vida.
De la polarización se puede decir que “abre pero cierra”. Que retoma binarizando todo aquello que durante la crisis funcionó según el par destitución/apertura. Del antagonismo se puede decir que subsiste como una dinámica de desborde. De allí que el impasse no sea enunciado desde la impotencia sino desde la inquietud.
La hipótesis que propongo es doble: por un lado (a) que, incluso contra toda apariencia, las actuales innovaciones macro-políticas del continente sudamericano encuentran su orientación ética (de modo muy evidente desde hace algo más de dos décadas) en el conjunto de micropolíticas que opera como fondo, base y a veces como causa directa de dichos procesos y que; (b) los gobiernos llamados progresistas (que constituyen un avance notable en muchos sentidos) no asumen con facilidad la productividad irreductiblemente “micro” de estos fenómenos que sin embargo los atraviesan; que tienden a identificar contenido democrático con un mayor presencia del estado en el juego político de intereses constituidos; y que suelen caer en el error de considerar ciertos rasgos autónomos de la infra-política como una rémora de la resistencias pasadas contra el neo-liberalismo antes que como una dimensión esencial del procesos que vivimos.

Continua leyendo "Micropolíticas"
Share

La “sensación de inseguridad” llegó a Cristina

¿Cristina desayunó un Blumberg? Si la “sensación de inseguridad” es eso que le ocurre a la subjetividad de tiempos fluidos cuando ve amenazada su tranquilidad cotidiana, si el reclamo de seguridad es el reclamo de restitución de las bases de una vida previsible socavadas por la fluidez, estamos viendo el punto en que ese reclamo se apodera tanto del “ciudadano de a pie” como del gobierno nacional. Para un gobierno que hace unos años siente que cualquier movida seria de oposición es destituyente, es comprensible que cualquier fosforito que se acerce al polvorín social o cualquier chispa allí le resulten una amenaza a su seguridad.
Estamos asistiendo a un proceso de ‘securitización’ ya no solo del tratamiento de la cosa social sino también de la cosa político-institucional.

Continua leyendo "La “sensación de inseguridad” llegó a Cristina"
Share

Soldati, o la represión ad hoc

Vemos lo complejo que es gestionar ad hoc cada conflicto, la creatividad, la capacidad de gestión y la febril proactividad que supone. Incluso para lograr algo aparentemente tan sencillo como reprimir, no alcanza con una fuerza de seguridad (ni con tres –Federal, Metropolitana, Gendarmería–) y un poder judicial. Una interfaz para cada caso, porque cuando no hay suelo sólido, cuando no hay Estado-nación, todo los casos son únicos, heterogéneos. –ni siquiera la toma del Club Albariños, “prima-hermana” de la del Parque, admite la misma gestión que aquella; por lo demás, ningún funcionario ni okupa quiso explicar cómo lograron correr a los ocupantes de la zona operativa del ferrocarril San Martín hacia la calle 14 de Retiro el sábado 18/12. Pero lo vienen repitiendo Cristina y Nilda todo el tiempo: la solución a los conflictos “no debe ser policial sino política” (Clarín, 18/12). Es decir: no un simple garrote sino una compleja gestión multifacética.

Continua leyendo "Soldati, o la represión ad hoc"
Share

Tomas: conflicto disuelto mas no resuelto

Con la reinvención de la gobernabilidad k, se disolvió (que no resolvió) el problema, al menos en su versión “Indoamericano”. CFK puede dar un discurso más o menos así: “Comm-pañeros: Feliz Navidad, el Parque está en orden –aunque no el Club Albariño, pero algo ya se nos va a ocurrir”.

Continua leyendo "Tomas: conflicto disuelto mas no resuelto"
Share

Ni Macri ni CFK ni Duhalde. Fue la soja. El conflicto se resolvió pero no se solucionó.

El segundo camino fue el que se siguió, pero «reinventándolo». Examinémoslo, pues nos muestra bien la modalidad pos-2001 de lograr gobernabilidad. Constatación: Existe “un más allá del orden convencional”, una ‘para-sociedad’ marginal que no se deja gobernar formal e institucionalmente. El sistema de poder de hoy no funciona si no se inmiscuye en ese universo paralelo creando interfaces que conecten lo territorial y lo formal, lo excluido y lo institucional, lo local y lo superestructural. Algunos recursos de esa inserción territorial son la policía, los narcos, punteros, barras, ong’s, movimientos sociales. Dado este ‘más allá’, el kirchnerato, como protocolo de gobernabilidad, necesita de informalidad y baja institucionalización, de territorialización del poder, para tener amplia movilidad y gran margen de maniobra.

Continua leyendo "Ni Macri ni CFK ni Duhalde. Fue la soja. El conflicto se resolvió pero no se solucionó."
Share

Soldati y la gobernabilidad kirchnerista

En tiempos k, la represión andaba bien cuando quedaba en manos de las provincias o municipios o comisarías o bandas paramilitares o patotas. Es decir, cuando quedaba a cargo de una instancia lejana al (supuesto) centro de decisiones. Ahora el conflicto ocurre en el mismo centro del país pero no hay fuerza represiva “subnacional” ni paraestatal que la emprenda contra los okupas.
Esta última semana, la inconsistencia jurídica de una ciudad autónoma que es a la vez sede del gobierno nacional pasó de solapamiento a vacancia, siendo ambos a la vez: solapamiento jurisdiccional, vacancia represiva.

Continua leyendo "Soldati y la gobernabilidad kirchnerista"
Share

Kirchner, o el recomienzo del Estado argentino

Era 2003, y en esa encerrona se hallaba Kirchner: entre la necesidad de seguir en el Estado y la imposibilidad de seguir como hasta entonces.
El kirchnerato no es “la defensa de la Nación contra la rapacidad del capital extranjero”. El kirchnerato es defensa del aparato del Estado contra la rapacidad del capital extranjero.

Continua leyendo "Kirchner, o el recomienzo del Estado argentino"
Share