2 comentarios sobre “2001, 2011 y el kirchnerismo sin Kirchner (entrevista radial)”
hola Pablo, me gusto escuchar este reportaje. difícil responder en esta situación en la que los binarismos simplificadores atentan contra todo pensamiento que se quiera ensayar, demandando como primera cuestión cumplir con la fórmula de si quien habla es kirchnerista o anti (aunque en general lo que escucho es que quienes tienen algo a «favor» que decir aclaran: «no soy kirchnerista, pero…. «, por lo menos la gente de mi entorno, ).
Me gustó una frase que le escuche a León Rozitchner: «no quiero ser kirchnerista, pero la oposición no me deja», me parece que algo de lo que estás pensando tiene que ver con esto. Un abrazo, Juan
Gracias, Juan!
Buena la frase de Rozitchner. Lo más interesante es lo que se llama «toma de distancia del enunciador respecto de su enunciado», y tanto en esa frase como en la generalisadísima «no soy kirchnerista, pero…» se encuentra esa distancia de los kirchneristas respecto del kirchnerismo. Me parece que la masiva presencia en el velorio de Néstor no fue política sino pospolítica, en el sentido de que no mostró un férreo lazo de lealtad hacia Néstor sino un apoyo condicional: pareciera que no hay más «electorados cautivos». O como ha señalado mi amigo Sebastián Grimblat: el kirchnerismo es duración sin solidez, o un Estado que flota sobre un mar de liquidez.
Abrazo
hola Pablo, me gusto escuchar este reportaje. difícil responder en esta situación en la que los binarismos simplificadores atentan contra todo pensamiento que se quiera ensayar, demandando como primera cuestión cumplir con la fórmula de si quien habla es kirchnerista o anti (aunque en general lo que escucho es que quienes tienen algo a «favor» que decir aclaran: «no soy kirchnerista, pero…. «, por lo menos la gente de mi entorno, ).
Me gustó una frase que le escuche a León Rozitchner: «no quiero ser kirchnerista, pero la oposición no me deja», me parece que algo de lo que estás pensando tiene que ver con esto. Un abrazo, Juan
Gracias, Juan!
Buena la frase de Rozitchner. Lo más interesante es lo que se llama «toma de distancia del enunciador respecto de su enunciado», y tanto en esa frase como en la generalisadísima «no soy kirchnerista, pero…» se encuentra esa distancia de los kirchneristas respecto del kirchnerismo. Me parece que la masiva presencia en el velorio de Néstor no fue política sino pospolítica, en el sentido de que no mostró un férreo lazo de lealtad hacia Néstor sino un apoyo condicional: pareciera que no hay más «electorados cautivos». O como ha señalado mi amigo Sebastián Grimblat: el kirchnerismo es duración sin solidez, o un Estado que flota sobre un mar de liquidez.
Abrazo