Ninguna generación anterior estuvo tan informada acerca de su actualidad como la nuestra. Ninguna generación anterior supo tanto acerca de ‘su tiempo’. Pero, dice Kant, «a menudo el más rico en conocimientos es el menos ilustrado en el uso de los mismos». Ser ricos en información no nos hace ilustrados en el uso de la misma.
Navegamos por internet, hacemos zapping entre canales, hojeamos el diario, miramos una revista: no leemos la actualidad.
Los medios son esa dinámica que, porque actualiza, impide actuar (ampliar).
La propuesta de leer la actualidad en un taller es la propuesta de significar lo que pasa. Este taller busca construir esquemas para significar, para leer lo que pasa.
Y aquí comienzan los problemas, aquí aparecen las preguntas. Pues resulta que los esquemas heredados, los que tenemos a disposición, han quedado agotados en su capacidad de explicación y significación de lo que pasa. No entendemos un corno. ¿Pasará todo por la caja? En este punto aparece nuestra indignación.
Como no entendemos lo que pasa, lo sufrimos, nos indignamos. Como no vemos la lógica que alimenta lo que pasa, nos angustia que siga ocurriendo. En el taller intentaremos justamente forjar algunos esquemas. No es un taller mecánico para arreglar el país, ni para quejarse de sus desperfectos. Es un taller para fabricar herramientas.