Otra ocurrencia de lo posnacional
La identidad nacional no solo se desfonda por desfondamiento del Estado nacional, sino también por, digámoslo así, revaluación de sus parcialidades. Se ve así emerger, por ejemplo, la Patagonia. La Patagonia no es solamente una región geográfica; es un producto turístico en todo el mundo: un europeo no pide viajar al sur de Argentina o de Chile sino a la Patagonia. Es también una región cada vez más relevante en lo económico, al menos en el sentido energético y en el sentido turístico, y vale como identidad tanto para vender remeras de la Patagonia argentina con diversos motivos rupestres o de la belleza natural de la zona, así como para pegar calcos en los autos o en las tapas de los cuadernos de los estudiantes de las universidades patagónicas, como también para englobar a los movimientos de pueblos originarios, y un largo etc. Esto no significa ningún separatismo independentista, no necesariamente, al menos, y pueden convivir lo argentino y lo patagónico bastante fluidamente. Por ejemplo, una de las universidades nacionales más nuevas lleva por nombre un sinónimo de Patagonia y es la Universidad Nacional del Comahue.
Por un lado tenemos, entonces, que las regiones geográficas que uno veía como casos especiales solamente en la secundaria, ahora devienen en entidades por derecho propio. De este lado, las regiones extienden su presencia en la cultura. Por otro lado, tenemos algo así como una deslocalización de esa identidad regional. Por ejemplo, uno puede comprar remeras que dicen Patagonia en la ciudad de Buenos Aires, uno puede comprar alfajores Havanna en Bariloche (antes uno sólo los podía comprar en Mar del Plata), uno también puede comprar chocolates de Bariloche en Cariló, depositar en el Banco Patagonia en el microcentro porteño, etc.
Las marcas distintivas de cada zona no permanecen atadas a la zona si puede ser negocio desembarcar en zonas distintas. Para esto, por supuesto, se deben satisfacer requisitos de capital mínimo, de logística, de marketing, de lo que sea. Ahora bien, la pregunta es por qué estos requisitos se satisfacen más hoy en día que hace veinte, treinta o cuarenta años. Me parece que también aquí vemos la importancia de la desregulación y la velocidad de circulación de los capitales, las mercancías, las imágenes. La globalización del capital financiero no sólo permite atravesar fronteras nacionales sino, como vemos, fronteras regionales y zonales.