• Como me hizo notar Wata, el movimiento kirchnerista no es tanto Kirchner y el Pueblo sino más bien Kirchner y la gente. La labilidad vuelve a colarse por aquí. ¿Hay una subjetividad capaz de sostener un movimiento nación y popular duradero? ¿Hay una capacidad de inventarla?
• El tipo de relación entre el Néstor y los que lo despidieron, ¿es de lealtad, de moda, de contraprestación?
Como me hizo notar un amigo kirchnerista, la adhesión al líder no se da solo por su carisma sino por donaciones concretas, materiales o no, pero siempre palpables. A los jubilados les mejoró (o dio por primera vez) la jubilación, a los sectores medios le dio posibilidades de emprendimiento y consumo, a los jóvenes les dio (a veces por primera vez) esperanza (o visión de futuro colectivo) y posibilidades de militar (o trabajar con otros). Se trata de ‘dádivas’ que, materiales o simbólicas, dan al que las recibe un sentido de pertenencia a la sociedad en que vive, y por lo tanto lo hacen ser.
Muy bien. Por un lado, la cuestión es que, si la pertenencia pasa por una inclusión social, teniendo en cuenta la labilidad de las relaciones sociales de hoy, no se sabe bien a qué se pertenece (¿a una clase, a una Nación?), y, si la pertenencia pasa por una participación o militancia política, teniendo en cuenta la labilidad de las aglutinaciones políticas de hoy, tampoco se sabe a qué se pertenece ni por cuánto tiempo.
Por otra parte, dicho así, no habría diferencia entre el líder Perón y el líder Kirchner –una confusión muy cara a los kirchneristas, carísima. Las diferencias son muchas, y no solo de fechas. Aquí resalto la diferente relación que se produce en un caso y en otro. No es lo mismo un obrero diciendo ‘Perón me dio vacaciones pagas y le voy a estar eternamente agradecido’ que un desocupado diciendo ‘Kirchner me da cupones y voy a donde me pida’. En el primer caso, el de antaño, había un intercambio que generaba lealtad; en el segundo, el actual, hay un intercambio que genera contraprestación. Allí, relación incondicional, permanente; aquí, contacto condicional. Es cierto, un contacto condicional sostenido a lo largo de los años y revestido de una imagen confrontativa en defensa de lo nacional y popular termina sobreimprimiéndole una mística a la contraprestación. Pero, mientras la lealtad peronista apoyaba en relaciones sociales bien estructuradas, permanentes, el “amor” kirchnerista apoya en intercambios intermitentes.
La relación entre el kirchnerismo y los que despidieron a NK según Artemio López (http://www.perfil.com/contenidos/2010/11/05/noticia_0047.html):
«el doble vínculo amoroso, que constituyó como sujetos políticos a muchos de quienes participaron en la despedida a Néstor, el amor personal hacia su líder muerto y el amor ya definitivo entre Néstor y Cristina, hará más persistente la reivindicación de ambos en parte de la ciudadanía, en especial los jóvenes, que un volátil estado de opinión pública, donde no se juegan lazos de afecto.
«Esta circunstancia constitutiva del sujeto peronista en su modalidad kirchnerista, bajo un doble vínculo amoroso, permitirá construir aceptación con una persistencia e intensidad superior a la de un estado de opinión pública tradicional.»
Aunque AL señala esto para arrimar una predicción de cómo se votará en 2011, sugiero tomarlo para seguir pensando el tipo de relación de este ‘movimiento histórico’ llamado kirchnerismo: ni institucionalización de la lealtad ni volatilidad de la opinión, sino «doble amor» (cosa rara para un analisis político, y cosa para desconfiar, pues viene de alguien que suele dar predicciones amabilísimas con los K, pero, en la incertidumbre que vivimos, no podemos andar descartando la mínima pista, ¿no?). Algo parece innegable: La relación entre el kirchnerismo y los que despidieron a NK no se parecerá ni a la que unía al peronismo y los peronistas ni a la que unía al brasileño Collor de Melo con sus electores. El proceso histórico la irá determinando.
«Tal vez algo de todo esto, que quedará por seguir vislumbrando, sea lo que hoy nombramos bajo el nombre de kirchnerismo.» (R. Forster en http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-156665-2010-11-11.html)