Tesis primera: la relación entre sociedad y Estado es isomórfica con la relación entre las partes sociales. Dicho de otra manera, la matriz de relación entre la sociedad y el Estado es la matriz de relación entre las partes sociales.
Tesis: Si en tiempos nacionales la relación entre Estado nacional y Nación es de mediación, (vale decir, de representación) y todas las partes sociales se relacionan entre sí mediadas por la representación, en tiempos posnacionales, en cambio (al menos en Argentina), no hay mediación, no hay representación, y entre la sociedad y el Estado la relación es por dinero, así como entre las partes sociales la relación es de dinero.
Un ejemplo, o un estereotipo muy significativo. Durante el Estado Nación las políticas estatales eran de estilo keynesiano, aún antes de Keynes, diría yo. Se subsidia a un sector, aunque sea tan anodina su actividad como cavar y tapar pozos, para que se creen relaciones sociales. Hoy, al menos por lo que vemos en Argentina, se subsidian las actividades para que no se quejen y no tiren abajo el régimen, el gobierno. El subsidio nacional crea sociedad; auspicia lazos sociales. El subsidio posnacional crea estabilidad, crea conformidad, imagen favorable. Si el nacional creaba consenso, este crea imagen favorable.
El Estado posnacional se relaciona con la sociedad mercantilmente: subsidios, impuestos, fondeos de proyectos gubernamentales y no gubernamentales, fideicomisos para financiar municipios, multas, corrupción. Eso incluye el voto y todo el marketing político –tal como venimos viendo en nuestras caracterizaciones de la pospolítica. (Faltaría ver qué ocurre con los tribunales y las fuerzas de seguridad.)
Aparece así una objeción a la tesis: el Estado posnacional no matriza sino que es matrizado por el mercado; solo restaría ver si tiene, a su turno, capacidad de matrizar, aunque sea restringidamente.
La tesis quedaría entonces como mera postulación de isomorfismo, sin preeminencias. Las relaciones sociales y la relación sociedad-Estado tendrían matrices comunes tanto en tiempos sólidos como fluidos, nacionales como posnacionales, pero eso no significa que siempre sea el mismo término el que, cual práctica dominante, matriza al otro.
[escrito en 2008]