Apuntes del taller «La subjetividad fluida» en Estudio de PH – Primer encuentro

Grupo subjetividad

Apuntes de la primera reunión

20/11/15

 

Se nos plantea una cuestión, y se nos plantea con dos o tres preguntas:

  • o   si somos todos consumidores, ¿no hay política posible? (Andy)
  • o   si somos consumidores, ¿somos solamente consumidores? (Laura)
  • o   si, en tanto sujetos, estamos sujetados a algo, ¿estamos completamente sujetados? (Adri)
  • o   si andamos por la ciudad (ese gran mercado), ¿podemos relacionarnos como en los antiguos mercados y ferias, esos que eran lugares de relacionamiento social? (Gastón)
  • o   Quizá una buena formulación de estas inquietudes comienza con una afirmación de la Licenciada más o menos así: así como el mercado nos promete satisfacción, así también permanece una insatisfacción estructural, y entonces el consumo no nos toma por completo. Ergo, agrego, ¿cómo ocurre que esa insatisfacción llegue a alterar la subjetividad consumidora?

Se planteó así la clave de la cuestión, la clave del problema que nos reúne. Partiendo del cachorro humano, a través de una cantidad de operaciones (vía cosificaciones, vía instituciones, vía lenguaje, vía ciudad…), los dispositivos llegan a producir sujetos sujetados. Esa sujeción, ¿es fatal? Y si lo es, en la medida en que la pregunta nos la hacemos porque estamos sujetados, ¿cómo nos “zafamos” de esa sujeción?, ¿por obra de qué operaciones? Tendríamos entonces dos conjuntos de problemas: por un lado, ¿cómo se produce la subjetividad dominante?; por otro, ¿cómo se altera la subjetividad? No es posible abordar el segundo conjunto sin abordar el primero, y viceversa.

  • Por ejemplo, el marxismo sabía que el obrero, producido como tal entre la familia, la escuela y la fábrica y allí sujetado, podía zafar de su sujeción tomando conciencia de su situación de clase y de sus intereses y organizándose como clase para tomar el poder del Estado, expropiar los medios de producción, generando nuevas relaciones entre los hombres, etc. Las operaciones productoras de subjetividad obrera (sujetada) y las productoras de subjetivación proletaria (emancipada) eran clarísimas. Hoy no sabemos ni cuál es la subjetividad que se produce ni los caminos de su subjetivación. Dos cuestiones, dos preguntas que empujan una a la otra.

Este cruce problemático, este nudo preguntón, supone una premisa: en distintas condiciones históricas, distintas son las operaciones de institución de subjetividad y las de alteración de la subjetividad.

  • Hicimos entonces, con gran displicencia, un cuadrito extremadamente simplista. Pero recurrimos a él por considerarlo situacionalmente productivo:
Modo de producción Objeto de la lucha de clases Formas de lucha
Feudal Producción Las medidas[1]
Capitalista industrial El salario La huelga[2]
Capitalista financiero (90s) El piquete[3]
Capitalista financiero (pos-2001) Trabajo “multiforme” ¿?
  •  Hay muchas salvedades que hacer. Vayan seis. Una, los bloques históricos no existen, así que los cortes no son tan claros. Otra, las formas sociales, nunca se dan puras, y en vez de sucederse, conviven. Tercera, formas de lucha y subjetivación no son exactamente lo mismo, pero, para ubicar la pregunta, vale asimilarlas. Cuarta, este cuadro desatiende las situaciones y da a entender que son todas iguales (o sea, que no son situaciones…).
  •  Preguntaba Andy si no tenemos clara la forma de lucha de hoy porque nos falta tener clara la forma de explotación. Aquí viene la quinta salvedad: las formas de lucha no se deducen de las formas de explotación. Las formas de explotación no determinan las de lucha. Solo las condicionan. La forma de lucha concreta tendrá que ver con la creatividad que el fragor de la misma lucha induzca (¿quién podía predecir que el piquete en las rutas sería la forma de responder a la expulsión y que se generalizaría?).
  • ¿Para qué servía este cuadro, entonces? Para subrayar la historicidad de la subjetividad instituida y también la historicidad de las operaciones de subjetivación. O mejor: historicidad de los dispositivos de producción de subjetividad e historicidad de las operaciones subjetivas de alteración.
  • La tarea que tenemos por delante es la tarea de pensar cómo, en las condiciones contemporáneas, de capitalismo recombinante, se produce subjetividad y cómo la subjetividad logra alterarse. Cómo somos producidos, sujetados, cómo padecemos y cómo vamos más allá de todo eso.
  • Aquí nos pasará que encontraremos una gran diversidad de sujeciones y una gran diversidad de formas de excederlas. Variaciones de situación a situación. Y esas situaciones vamos a leer, y vamos a hacernos de herramientas para encarar esta lectura.
  •  Una sexta salvedad es aun más importante, más delicada y más complicada: la subjetivación es anterior a la sujeción… Esto va contra todas las intuiciones que se nos activan cuando oímos “dominación”, “lucha” y por supuesto “resistencia”. Iremos trabajándolo de a poco.

Andy nos trajo un ejemplo bien actual de dispositivo: Spotify, pero también Netflix o YouTube (y los más mayores incluimos allí también Facebook). Lo bueno fue que bajamos a tierra estos conceptos y que comenzó a tomar cuerpo la propuesta de usar estos conceptos como herramientas para leer, en nuestra cotidianeidad, las formas contemporáneas de producción de subjetividad y subjetivación.

o   Transcribo algunas frases de su testimonio epocal.

  • “Entro a Spotify con la idea de escuchar cierta música y termino escuchando lo que me sugiere Spotify.”
  • “Lo que me sugiere me gusta. Y me pasa esto: tengo la sensación de estar perdiendo mis gustos, y no la de “¡lo encontré!, ¡esto es lo que quería!”… Ya no sé cuáles son mis gustos, ya no sé qué busco. Me queda una sensación de vacío, más que una sensación de «lo encontré, esto es lo que buscaba»”.
  • “Se ve que se borran las fronteras entre el momento publicitario y el momento acto de consumo.” Kaufman en Linchamientos: las fronteras se convierten en espacios liminares en expansión o expandibles.
  • “Lo que me gusta de hablar con mis abuelos es que ellos tienen unas tradiciones, tienen claro su origen, saben cuáles son sus gustos. Tienen una identidad y yo no. Yo me olvido mis gustos; siento desarraigo.”

o   Podemos leer algunas cosas. Se trata de un dispositivo “a cielo abierto”, sin sede fija. Es un dispositivo que produce una subjetividad al parecer sin identidad, una subjetividad fluida más que sólida. Vemos que en condiciones mercantiles, el sujeto construye su imagen de sí más alrededor de sus gustos que de sus tradiciones. En estas condiciones es que un dispositivo como Spotify o YouTube o Facebook pueden orientar conductas y ánimos en sus públicos.

o   Como sugirió Adri, el clásicamente femenino no disponer del propio cuerpo se extiende al internauta.

o   Como decíamos en la reunión anterior, estamos fuera de los dispositivos de encierro, fuera de aquellos dispositivos donde sentíamos que hacer lo que quiera iba a ser liberador. Estamos fluyendo por los flujos de información y mercancías, haciendo lo que se nos canta –bienestar en la cultura. ¿O estamos haciendo lo que nos canta Spotify?, pero, ¿Spotify no se fija en mis gustos para hacerme las sugerencias por las que derivo? Estamos preguntándonos cómo exceder esta deriva, que tan poco se parece a la libertad. No queremos confundir libertad con capricho, antojo, impulso.

  • Nos vamos encontrando, en vivencias concretas, cómo las prácticas nos determinan, cómo nos hacen. Ya no es tanto cuestión de ideas “puestas” en las cabezas de los sujetos, sino de sensaciones y asociaciones de sensaciones estimuladas por vía “imaginal” –o imágenes sensoriales. Comenté que me sugirieron un libro, Del sentir, donde Mario Perniola habla de que la ideología ha sido desplazada por una sensología.

o   Así, Gastón trajo la publicidad de Banco Hipotecario, cuya música de fondo es la misma que la de Pino Colbert de los ’80 (¿o ’90?). La imagen sonora de hoy provoca una asociación con la imagen winner de aquella vieja publicidad (S. Reynolds: lo retro es el medio ambiente cultural en que nos movemos[4]).

  • Tenemos pues que empezar a pensar la sujeción no por vía de la obediencia sino por la vía del automatismo. Algo así como una “mano invisible del mercado” en el campo de la subjetividad.
  • Leímos nuevamente las páginas 20 y 21 de Del fragmento a la situación.

o   “Subjetividad socialmente instituida es la serie de operaciones necesarias para ser parte de una lógica.” (20) Navegación orientada por gustos sugeridos bien podría ser una de esas series de operaciones.

o   En el envés de la subjetividad instituida, hay un exceso. A partir de este exceso de la subjetividad instituida, “se constituyen la operación capaz de alterar la subjetividad y el lazo social instituidos.” (21) De esto no salieron aun casos. Deberemos estar atentos, expectantes a encontrarlos, pues nos dan claves preciosas.

 

o   Para la próxima, leeremos parte del cap. 4 de El bienestar en la cultura…, “El presente del tiempo fluido y el presente del tiempo teatral”, a ver si en el teatro encontramos una clave preciosa.

 

[1] Como enseñó el historiador Witold Kula, cuando no hay metro patrón, cuando las medidas no están estandarizadas, y el productor debe entregar una cierta parte de la producción al señor, la lucha por el excedente toma forma de lucha por las medidas.

[2] Detiene la producción.

[3] detiene la circulación

[4] No sé de qué libro viene esto ni la cita exacta: lo recuerdo de Facebook…

 

Preguntas para otra vez: ¿producen sujetos, en el sentido de un sujeto por cuerpo?, ¿producen subjetividad, en el sentido de cualidades transversales a todos los sujetos?; sea sujeto o subjetividad, ¿son estables?, ¿cada cuerpo sostiene múltiples sujetos/subjetividades?, ¿la subjetividad sostiene múltiples cuerpos?, ¿la subjetividad varía de situación a situación?, ¿se produce, y se diluye, cada vez? (si sí, ¿habría un desbocamiento de la subjetividad como hay uno del capital?), ¿la subjetividad se reproduce en alguna medida de alguna manera? (si sí, ¿ en qué medida y de qué manera?), etc.

Se pueden responder estudiando filosofía o leyendo situaciones. Prefiero la segunda estrategia, no sin recurrir de cuando en cuando a la primera, pero como táctica de la segunda.

 

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